Javier Graff recorre Alemania
29/04/2022 - Conversamos con Javier Graff, joven empresario vinculado a Weimann Haus y a Chocolates Baum, que se encuentra de visita en Alemania, y nos comparte cómo está desarrollando su experiencia.
- Estás en Múnich y sabemos que has estado recorriendo otras ciudades que tienen vinculación con tu historia familiar. Comentános cómo estás viviendo esta experiencia.
- Llegue el día lunes a la mañana a Frankfurt en un vuelo directo de Argentina. Estuve acompañado hasta ahora de Arnd Schmidt. Visitamos Mainz, Worms y Schwabach. Todos han sido grandes anfitriones.
- ¿Cuál va a ser el recorrido hacia adelante?
- Estoy en Múnich hasta mañana, y luego pienso ir a un pueblo de montañas que está en la línea de los Alpes, y me quedo ahí por 4 días. Después voy a ir hasta Austria. Saliendo de ahí, voy a estar en España y tal vez otro país más como Italia, para finalmente volver a entrar a Alemania por el norte y hacer Hamburgo y Berlín. Ahí estaría completando los 20 días de viaje
- ¿Cuál fue el disparador para hacer este recorrido?
- Era un viaje que tenía pendiente desde hace mucho tiempo. Tuve la oportunidad de un hueco laboral y la posibilidad económica, y tomé la decisión.
- ¿Qué te dice el alemán respecto a la historia de los alemanes del Volga?
- Los alemanes con los que más hablamos fueron los de Schwabach. Tuve una reunión con el Intendente y otras personas, y lo ven como un cuento. No saben y no están enterados de la situación. Se interesan mucho y les resulta atractivo, pero realmente no conocen la historia y hay que explicársela. Les llama la atención que preservamos el idioma y la cultura gastronómica.
- Si tuvieras que hacer una comparación con Argentina, ¿cuáles son las diferencias tanto positivas como negativas?
- Son muchas las cosas positivas acá, comenzando por la educación. Hay que dividir en dos partes, porque Alemania tiene su gente nativa y su fuerte inmigración. La parte migratoria, especialmente en las ciudades grandes, es bastante negativa. Está muy lleno de senegaleses y de turcos. Los senegaleses en Múnich restan mucho, y a los alemanes les molesta. Por otro lado, en cuanto a lo positivo, tienen un avance de años luz. No se ve humo. Hay muchos autos eléctricos. También me llama la atención que no hay techos de chapa, son todos a dos aguas de teja. Nosotros allá apenas podemos comprar las chapas. Son mundos muy distantes.
- También mencionaste que te llama la atención el silencio que hay, sobre todo en ciudades más chicas…
- Sí. Hoy anduve mucho en bicicleta, con unas que alquilamos para recorrer Múnich. Hay un respeto y una educación tremenda. Andan muchos autos, pero son muy silenciosos. La mayoría son de alta gama. Hay un valor adquisitivo muy alto. Yo ahora me estoy tomando un café que en Argentina vale $200 y acá vale €4.50, que son casi $1000.
- Si tenes que decir que extrañas algo de Argentina, a parte de la familia, ¿que sería?
- La verdad, por el momento, nada. Es todo muy novedoso y llamativo.